sábado, 2 de abril de 2011

UFO EN LA PICTORÍA DEL MEDIEVO












Cutre Milenio, digo, Cuarto Milenio, ofrece un originalísimo refrito sobre los "ovnis" en las pinturas renacentistas, a cargo de Javier Sierra (el hombre que escribe que Leonardo nunca pintó una cruz, quedando en evidencia que no ha visto los grandes cuadros del genio al que parasita) y, en el papel de Íker Jiménez, el propio Íker Jiménez (como solía anunciarse la radionovela Kalimán en México cuando la tierra aún no se enfriaba).

Ojo, éste no es el mismo refrito que usted se encuentra en la red apenas busca "renacimiento" y "ovnis" juntos, ni es el refrito de J.J. Benitez
, ni tampoco se trata del refrito que en su momento han hecho todas las revistas soplapiteras de medio planeta durante los últimos 36 años, ni el anterior refrito de Javier Sierra, nonono, se trata de un refrito totalmente nuevo y original.

Pero claro, los "ejemplos" serán los mismos de siempre, y es altamente probable que se le escamotee a usted, el "amado público" cuartomilenero que le compra la ropita a Íker y a Carmen, las explicaciones que ya existen hace años de estos misterios de top manta que le enchufa Cuatro a los televidentes semana a semana.


Esto lo dice con más claridad Javier Sierra refiriéndose a la pintura "El milagro de la nieve":

sentando cátedra de "experto" con esta asombrosa y maravillosa frase "Los OVNIS parecen aquí nubes de los que se desprende nieve. Pero, ¿son sólo nubes?"

La respuesta es: Sí, Javiercito, son sólo nubes, no seas tonto. La frase que nos suelta es como decir que en "La rendición de Breda" de Velázquez "los ovnis parecen lanzas"... ¿o no?


El problema es que los "expertos en ovnis" (es decir, los "expertos en cosas que no están identificadas") no saben nada de los conocimientos reales aplicables al caso que fingen estudiar en este caso, los intrínguilis del arte medieval y renacentista.


Además, ya sabe usted, los expertos son personas malvadas que pertenecen a la conspiración de la ciencia oficial ortodoxa y "fascista" y sus estudios no tienen ninguna validez cuando se les coloca ante las geniales ocurrencias de los Sierra, los Jiménez, los Benítez y otros maestros del vivir del cuento.


 Usted lo sabrá viendo algunas de las cientos y cientos de pinturas, iconos, murales, cuadros, miniaturas, grabados y demás que los "expertos en ovnis" no se han preocupado en ver:




¿Confiaría usted en los "expertos en ovnis" para que le expliquen cuadros medievales si no conocen la diferencia entre una pintura al óleo y una escultura en mármol?




Éste "ovni" es tan chapucero que hasta Javier Sierra se niega a colarlo como real. Pero siempre lo mete en su rollo de renacentismo de cursillo por correo, para sustentar las otras tonterías que dice haciendo creer a su público que tiene algo de rigor.


Ahora, la reacción de cualquier ufólogo que se respete es llamar "ovni" cualquier cosa que tenga un aspecto más o menos discoidal. Eso, a ojos de los que cobran en la televisión, es muchíiiiiiisimo más importante que otras cosas, ya no digo estudiar pesados libros de historia del arte religioso, pero cuando menos ir a donde está la pintura para mirarla... o ya muy, pero muy jodidos, conseguirse una reproducción a más alta resolución, a ver si hay algún detallito que pudiera darnos una pista para identificar al tremendo ovni.




En este cuadro, los más afectos al consumo de psicodislépticos pueden ver una especie de retrato del "Sputnik I", el primer satélite que puso en órbita la Unión Soviética el 4 de octubre de 1957. Según estos personajes, se trata de una esfera brillante (con su reflejote amarillo) con dos antenas de las que se agarran el padre y el hijo celestiales, y hasta con la lente de una "cámara espacial" en el cuadrante inferior izquierdo.

Los elementos que para los ufólogos son cuando menos "indicios" de que "en el pasado" hubo "ovnis" (es decir, naves extraterrestres en forma de platos soperos) son, todos, representaciones comunes en el arte religioso: nubes en forma de sombreros cardenalicios, la luna y el sol representados al modo pagano o, las representaciones de las "nubes luminosas" de varios evangelios apócrifos (como la de la pintura de la virgen con el número 5), y la "anunciación de los pastores" que relata Lucas evangelista en el capítulo 2, versículos 8:11, donde la gloria de dios "los envolvía con su luz". Si a eso uno añade que es práctica común en el medievo y el renacimiento represantar a los ángeles como medio humanos-medio nube, o de plano como nubes.

Infinita desvergüenza, caradura y arrogancia de presentarse como "experto" en algo, como "investigador" merecedor de respeto. Es el caso de gente como Íker Jiménez, Javier Sierra y la corte de impúdicos mentirosos que se dedica a hacerles el caldo gordo (incluido el programador de páginas Web Guillermo León, al que Carmen Porter vende como "experto informático" y "experto en análisis de fotografías" pese a que el tipo tuvo el cinismo de dar por "auténticas" las fotos de las niñas fantasma de Ávila con las que su patrón estuvo embaucando a la gente durante año y medio, y no olvidemos que ninguno de los dos ofreció disculpas a sus víctimas).

Es una total desfachatez y una falta de escrúpulos monumental abusar de la ignorancia de otros respecto de cierto tema para engatusarlos, venderles libros absolutamente imbéciles, asegurarles que existen misterios que sólo están en su mente, promover la idea de conspiraciones atroces y secretas (mientras a la luz del día ocurren verdaderas atrocidades en el mundo real que demandan nuestra atención y pasión), conducirlos a que odien la ciencia, la medicina y el pensamiento racional... todo, como el título de la película, por un puñado de dólares.

En todo caso, si se trata de poner dinero, que sea para pagarle un cursillo de historia del arte a los dos insignes "expertos".

No hay comentarios:

Publicar un comentario